Manuel Aires, en una de las naves que tiene de patatas

El agricultor salmantino que mide la huella de carbono

Manuel Aires, de 34 años, practica la agricultura sostenible y su reto este año es la regenerativa para aumentar la fertilidad y la salud del suelo

Viernes, 18 de noviembre 2022, 16:59

Manuel Aires tiene 35 años y lleva 15 en la empresa familiar con sede en Encinas de Abajo, que se dedica a la comercialización de patata con destino a la industria del frito y, además, con su hermano y su padre, también a la ... producción.

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Practican una agricultura sostenible en su explotación y en las parcelas de aquellos agricultores que firman contratos con ellos, a través de la aplicación CropTrak, herramienta de Big Data exclusiva de Pepsico, que analiza los datos de cada parcela y cultivo, que combina con los climáticos. “Informa del riego y del número de tratamientos en función de las condiciones y de forma precisa y de esta forma contribuye a la sostenibilidad agrícola”, explica Manuel.

“Monitorizamos nuestras parcelas por satélite, hacemos recomendaciones de abono para cada una de ellas y enviamos el consumo de agua semanal para controlar el riego”. Desde esta año además también ha sido posible detectar la aparición del mildiu -enfermedad de la patata es producida por el hongo Phytophtora infestans- a través de la aplicación a un 90%.

La aplicación del abono se aplica mediante mapas del suelo “que supone -explica- aplicar en cada zona una dosis que varía en función del tipo de suelo y sus nutrientes. También en el maíz utilizamos mapas de suelo y fijamos una dosis variable para la siembra”, añade.

El reto de este año para Manuel es comenzar con la implantación de la agricultura regenerativa, que supondrá mínimo laboreo, mayor aportación de materia orgánica y usar cubiertas verdes entre cultivos para fijar nitrógeno y carbono en el suelo. Su objetivo es incrementar la fertilidad y salud del suelo, reducir emisiones y aumentar la biodiversidad.

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La agricultura regenerativa se introduce ahora en España con fuerza y se basa en la reducción de las labores de labranza para proteger la riqueza biológica o la rotación de cultivos utilizada también como prevención de plagas. A la larga aumenta el rendimiento de cultivos y reduce la pérdida de agua.

Expertos aseguran que entre las desventajas está el desconocimiento de una forma de producción relativamente nueva y que no todas las explotaciones son adecuadas para esta conversión. También supone una desventaja que, pese a este mayor esfuerzo en la producción de calidad, el agricultor no tenga garantizado un mayor precio de venta por sus productos.

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Ahora, además, Manuel Aires utiliza la herramienta de medición de emisiones Cool Farm Tool que le permite conocer el nivel que hay en un cultivo determinado y, en función de ello, puede desarrollar acciones para reducir la huellla de carbono. El agricultor de Encinas de Abajo explica que la fertilización optimizada, con ensayos específicos de dosis o el uso de fertilizantes de baja huella de carbono, incrementa los rendimientos por hectárea de los cultivos.

A diferencia de otros agricultores que ven en la nueva PAC una dificultad, Manuel la ve como aliada a las prácticas por las que apuesta porque, apunta, lo que hace es conducir hacia esa agricultura sostenible y regenerativa, con cubiertas verdes entre los cultivos y la introducción de leguminosas.

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Manuel está convencido de que el futuro de la agricultura va por este camino y no pierde la oportunidad de evolucionar y aprovechar las aplicaciones informáticas que estén a su disposición para avanzar en él.

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