Martes, 24 de enero 2023, 20:40
El Consejo de Ministros, a propuesta del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico (MITECO), ha aprobado los Planes Hidrológicos de Tercer Ciclo, un documento que define las líneas de actuación para gestionar los recursos hídricos en España desde ahora hasta el año 2027. Con la aprobación de estos planes, entre ellos el Plan Hidrológico de la parte española de la demarcación hidrográfica del Duero, culmina un largo proceso para modernizar la planificación hidrológica en España, en el que se han identificado y presentado soluciones frente a los principales problemas en la gestión del agua en nuestro país.
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Así, los planes se han elaborado para dar respuesta a los desafíos del cambio climático como los fenómenos extremos, y las sequías e inundaciones. Del mismo modo, están completamente alineados con las políticas europeas como el Pacto Verde, el Plan de “Contaminación Cero” y con la nueva Directiva europea de calidad del agua para consumo humano. Estas medidas buscan mitigar el riesgode inundaciones y sequías, contribuir a alcanzar los objetivos ambientales y proteger la biodiversidad al tiempo que se avanza en adaptación ante el cambio climático.
Para ello, se establecen más de 6.500 medidas dotadas con una inversión de 22.844 millones de euros repartidas de la siguiente forma:
· Casi 8.300 M€ (36,3%) correrán a cargo de las Comunidades y Ciudades Autónomas.
· Más de 2.300 M€ (10,2%) serán financiados por la Administración Local.
· El 6,7% restante, más de 1.500 M€, por otros agentes financiadores.
El Plan Hidrológico del Duero para el período 2022-2027 recoge un ambicioso programa de medidas, al que harán frente administraciones y usuarios, con una inversión de 2.250 millones de euros. Del total, más de 1.000 millones están vinculados de manera directa o indirecta con el medio rural y, en concreto, con el regadío y su incidencia positiva en el reto demográfico, con medidas para actuaciones de modernización de regadíos, por un importe de 768 millones de euros, de aumento de la capacidad de regulación, y nuevos regadíos, entre otras medidas.
El objetivo de la nueva planificación hidrológica es asegurar el suministro hídrico a los usuarios, reducir las presiones que soportan las masas de agua, mejorar los sistemas de depuración, fomentar el ahorro de agua y la reutilización y atender las demandas de agua de manera que sean compatibles con su buen estado, lo que permitirá asegurar la calidad y cantidad del recurso.
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