Pizarrales, un barrio con continuos 'parches' para salir del paso

Pizarrales es un barrio de toda la vida en Salamanca. Cuando se empezó a edificar a principios del siglo XX, se hizo sin un plan de urbanismo, construyendo las casas sin seguir ninguna estructura. Los años han ido pasando y a pesar de que ha cambiado mucho con respecto a esa época y el Ayuntamiento ha invertido mucho dinero en sus calles, en ocasiones las reformas no son muy comprensibles.'Hay calles muy estrechas con aceras por las que casi no cabe una persona, por lo que mucho peor si es alguien en silla de ruedas o un padre con un carrito de coche de su hijo. Entendemos que la calle es así y no se puede agrandar, pero en vez de limitarse a arreglar el asfalto, el Ayuntamiento podría estudiar la forma de encontrar una solución para los peatones', se queja Isidora Labrador, presidenta de MUNIBAR, Asociación de Vecinos de Pizarrales. También llama la atención callejones en los que la acera, arreglada recientemente, mide dos metros de ancho en la derecha y la de la izquierda no llega al metro.La zona más antigua del barrio conserva los postes de la luz que, de nuevo, dificultan caminar por la acera. En la Carretera de Ledesma hay unas jardineras en las que pidieron césped o un sucedáneo, pero el Ayuntamiento plantó "vegetación autóctona" que se estropea con facilidad si no se cuida y que da un aspecto de más abandono. Además, en muchos tramos, estos arbustos han desaparecido y solo queda la manguera del riego por goteo.Por la naturaleza del barrio, hay poco aparcamiento, de manera que el Ayuntamiento cedió unos solares para estacionar vehículos, pero colocó bancos y árboles en esas áreas que quitaban espacio para coches, con lo cual, perdían la función para la que fueron cedidos."Hasta hace unos años no empezaron a cambiar la red de alcantarillado que databa de los años 60. Ya que les ha costado tanto, preferimos que se hagan un par de calles completas por año y no que asfalten, sin sanear antes el suelo, como han hecho en algunas calles", recalca Isidora. Hay que añadir que los vecinos están contentos porque están asfaltando la zona antigua del barrio desde hace un par de año y también están reformando y adaptando plazas antiguas.Las intenciones son buenas, pero cuando se convierten en actos falta un poco de sentido común. Quizás sea bueno el consejo de los vecinos y los arquitectos o concejales deban darse una vuelta por el barrio.