Empadronados hasta en un gallinero

La táctica de engordar un padrón municipal en vísperas de unas elecciones municipales no es nuevo. El caso de Masueco de la Ribera cuenta con antecedentes en los que incluso el Instituto Nacional de Estadística (INE) ha tenido que analizar supuestos empadronamientos en gallineros.En las pasadas elecciones municipales, en marzo de 2011, no se conocieron casos flagrantes con denuncias de avalanchas de empadronamientos, sin embargo en los anteriores comicios de 2007 sí existieron denuncias por parte de los partidos políticos.La situación más rocambolesca se produjo en la localidad de Membribe de la Sierra. Un pequeño pueblo de la comarca de Entresierras en el que según los socialistas aumentó el padrón hasta en un 63%. Durante los meses previos a las elecciones de mayo de 2007 el padrón municipal de Membribe de la Sierra pasó de tener 38 habitantes a contar con 62, una cifra que llamó la atención de las personas que vivían habitualmente en el pueblo, que no daban crédito a la procedencia de esas 24 personas. Este caso fue estudiado por el INE junto al de Cereceda de la Sierra, otra pequeña localidad en la que el padrón municipal sorprendentemente se disparó un 30 por ciento durante ese mismo periodo de tiempo. De cara a esos mismos comicios también sufrió un importante aumento de población el censo de El Sahugo. En ese caso hubo críticas políticas por el aumento de un 14 por ciento del censo, algo que se debió, según las fuentes municipales, al incremento de personas mayores ingresadas en la residencia.El Instituto Nacional de Estadística también estudió otras situaciones en las que el porcentaje de incremento del censo electoral aumentaba en más de un 10 por ciento con respecto a meses anteriores. Coca de Alba, Monforte de la Sierra, Castellanos de Villiquera o Castellanos de Moriscos fueron otros municipios analizados por el INE de cara a los comicios municipales en el mes de mayo de 2007.