Cerca de 10.000 peregrinos acuden al besapiés del Cristo de Cabrera

El santuario del Cristo de Cabrera en Las Veguillas acogió, a lo largo de todo el día, cerca de 10.000 peregrinos que participaron en las once eucaristías que se celebraron desde las cinco y media de la mañana hasta las ocho de la tarde.Los primeros caminantes de la jornada veneraron al Cristo cuando todavía no salía el sol y los últimos lo hicieron pasadas las nueve de la noche, acompañados por los acordes de los tamborileros que siempre suenan en la despedida anual de la imagen y su regreso al templo de las carmelitas.No obstante, la mayor concentración en la explanada del templo se vivió a las doce del mediodía con la misa mayor a la que acudieron un millar de personas llegadas de toda la provincia y de puntos más lejanos donde también hay devotos del Cristo como Madrid o Málaga.Buscando el cobijo de la sombra, bien de la carpa en la que se instalaron los sacerdotes para oficiar la misa, bien de las encinas del recinto e incluso de los edificios del convento de las Madres Carmelitas que custodian la imagen, todos siguieron con atención las palabras del sacerdote que en su homilia recordó que: "En tiempos de crisis hay que tener en cuenta las necesidades de cada día. A nadie debería faltarle el pan, la casa y el trabajo". Además el religioso pidió a todos los presentes un momento de atención para los niños que están sometidos a duros tratamientos oncológicos.Tras la celebración de la eucaristía, en la que estuvieron presentes tanto el presidente de la Diputación, Javier Iglesias, como varios diputados provinciales, comenzó el besapiés general de la imagen con una larga cola en la que los peregrinos esperaban para que llegara su turno y poder besar la famosa imagen del Cristo de Cabrera, que tiene fama de milagrero y de cumplir las peticiones de sus fieles y cofrades.