Los alcaldes se rebelan y reclaman nuevos estatutos en el Embalse de Béjar

El conflicto creado por la reclamación de la deuda de los municipios que consumen agua del pantano de Navamuño a través de la mancomunidad del Embalse de Béjar ha reabierto la polémica sobre la representatividad en una entidad que abastece a más de 20.000 habitantes en la que el Ayuntamiento de Béjar cuenta con el 52% de los votos.Algunos alcaldes han manifestado ya su malestar por esta situación, que les parece antidemocrática al considerar que "no pintamos nada", tal y como señala Concha Hernández, alcaldesa independiente de Molinillo. Su opinión es corroborada por algunos regidores, como el socialista Eusebio Rodríguez, de Valdelacasa, que sin ser miembro de derecho de la mancomunidad se abastece de ella y considera que "hay que actuar de otra manera".De hecho, ya se han dado los primeros pasos y este ayuntamiento espera un encuentro con la presidencia de la mancomunidad, que ostenta el regidor de Béjar, Alejo Riñones, para alcanzar una solución al tema de la deuda. Otras voces se decantan por ofrecer alternativas al actual sistema y se ha llegado a plantear el caso de constituir una mancomunidad al margen de Béjar.En este sentido, Alejo Riñones ha recordado que parte de esa red es propiedad del Ayuntamiento de Béjar, de modo que si se autorizara una entidad al margen, tendría que negociarse el uso de esa red o construir una nueva. Esta última opción se ha barajado pero como consecuencia del crecimiento de la mancomunidad, que abastece ya a más de veinte pueblos y la red se queda pequeña.