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CASAMAR
Lunes, 2 de julio 2012, 16:01
Trescientos platos como trescientos soles fueron los que se sirvieron ayer en la gran paella popular celebrada durante la última jornada de las fiestas de San Pedro en Villar de Peralonso. Un día radiante, propicio para agarrar la silla plegable y tomar el camino del multiusos hasta encontrar un asiento junto a la familia y los compañeros. Raciones generosas, vasos de vino, otros de sangría, y un buen ambiente de los que da gusto encontrarse.De una punta a otra del pabellón se extendían las mesas en las que ciertamente costaba encontrar un hueco libre. Se diría que allí estaban casi todos los vecinos del pueblo, además de unos cuantos que apuraban hasta el último momento el fin de semana antes de tomar el camino de vuelta a la ciudad.Pasadas las dos y media de la tarde se empezaron a repartir los platos y casi no se daba abasto de todo el personal que se acercó hasta el multiusos. Eso sí, hubo para todos en Villar de Peralonso, tengan por seguro que nadie se quedó ayer sin su ración de paella.Para terminar el día y de paso las fiestas, los vecinos de Villar de Peralonso se subieron a las tablas por la noche para representar la obra de teatro organizada por la asociación “La Vaca Torala” y el grupo aficionado del pueblo. Y de esta forma concluyeron las celebraciones por este año, una cita que será recordada por el éxito de la vuelta a la capea de vaquillas tras quince años, sin olvidar por supuesto las animadas verbenas y el sano alboroto inagotable de las peñas.
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